Cómo empezar a meditar

Porque si quieres saber cómo empezar a meditar hay algunas cosas que deberías soltar ya, en este mismo instante, a medida que lees estas líneas.

Para saber cómo empezar a meditar, no necesitas ser un ?iluminado?.

Tampoco necesitas recluirte en un convento tibetano para empezar a meditar.

Ni siquiera necesitas dejar de hacer otras cosas para empezar a meditar.

Porque si sientes que necesitas meditar, o intuyes que algo en ti necesita hacerlo, debes ponerte en primer lugar.

Ponerse en primer lugar, significa crear un tiempo y un espacio para escuchar tu corazón y tu cuerpo. Para conectar con tu mundo interior, que a veces, parece circular por el carril del sentido contrario al mundo exterior.

Y eso nos pasa a todos. Nos conectamos a las obligaciones y a la rutina. Nos conectamos al ?deber ser?, al ?deber tener?, al ?deber sentir?.

Y entonces, la frase ?tengo que?, reemplaza las frases más poderosas que existen para la motivación personal: ?deseo que? o ?necesito?.

¿Has hecho el esfuerzo?

¿Has soltado las ideas preconcebidas acerca de cómo empezar a meditar? ¿Has reemplazado el ?tengo que comenzar a meditar? por el ?deseo empezar a meditar"?

Entonces, estás listo para comenzar el viaje. Y prometemos no soltarte la mano.

Guía para comenzar a meditar diez minutos en cinco pasos muy simples

Antes de comenzar, utiliza un temporizador. Será útil en las primeras sesiones de meditación, para ayudarte a controlar el tiempo.

1. Escoge un lugar cómodo para sentarte

Es verdad que puedes meditar de pie o incluso caminando. Pero para empezar a meditar te recomendamos que lo hagas sentado.

Lo ideal sería un cojín de meditación, porque es más fácil sentarte erguido. Si tienes problemas de espalda, puedes utilizar una silla con respaldo.

Si estás comenzando a meditar, lo más probable es que no tengas un cojín de meditación. Pero, no utilices esa excusa para postergar tu meditación.

Todos tenemos una silla con respaldo en casa. Recuerda tu intención de empezar a meditar y no busques excusas para postergar tus deseos.

2. Aprende a sentarte para meditar

Lo más importante es mantener la espalda erguida, pero sin tensión. Esto facilitará que puedas concentrarte en tu respiración.

Tus ojos pueden estar abiertos o cerrados. Si eres una persona que se distrae con facilidad, te recomendamos que medites con los ojos cerrados.

Recuerda que estás comenzando a meditar porque quieres ejercitar el músculo de la atención, de la atención en ti mismo y tu respiración.

Apoyo las manos con las palmas hacia abajo sobre tus piernas, donde las sientas más cómodas y cruza las piernas de la manera que te resulte más cómoda.

Una vez que encuentres la postura cómoda, es hora de comenzar a meditar.

3. Comienza a centrar la atención en la respiración

Eso es meditar. Durante el día llevas tu atención al tráfico, a tus tareas, al móvil, a los reclamos de tu jefe, las necesidades de tus hijos y pareja, tus obligaciones.

Cuando meditas llevas tu atención a la respiración.

Cierra la boca y concéntrate en la respiración que entra y sale por tu nariz. Simplemente eso.

Siente como entra el aire en tu nariz, y luego cómo sale.

Luego profundiza en tu respiración, sintiendo como entra y sale el aire de tus pulmones. No fuerces tu respiración, deja que fluya naturalmente.

No analices cómo debería entrar o salir el aire de tus pulmones. En este momento se trata de percibir el aire en tu cuerpo.

4. Cuando sientas que empiezan a aparecer pensamientos, regresa a tu respiración

Ni siquiera se trata de poner la mente en blanco. Eso es sólo un mito.

Cuando comienzas a meditar, sólo debes sentir el aire entrando y saliendo por tus pulmones. Recorriendo tu cuerpo. Revitalizándote.

Otros consejos a tener en cuenta cuando empiezas a meditar

• Dedica diez minutos todos los días a la meditación.
• Medita en un lugar tranquilo.
• Sé amable contigo mismo cuando tus pensamientos intenten invadirte mientras meditas.

Por último, alguien escribió alguna vez que ?la atención es una bestia extraña. Un observador de aves y un excursionista aunque observen el mismo bosque, pondrán su atención en cosas completamente distintas?.

Cierra los ojos, concéntrate en tu respiración y disfruta de la paz del bosque que la meditación te regala.

Ahora ya sabes cómo comenzar a meditar. Cuando meditas aprendes a cerrar la charla mental y encuentras la paz escuchándote a ti mismo. Te vuelves más consciente de cómo te sientes en ese momento.

Meditar tan solo diez minutos al día y encontrar un lugar tranquilo donde puedas sentarte y meditar puede cambiar tu vida.

Y si deseas experimentar diferentes tipos de meditación, únete a nuestros retiros de meditación o vacaciones de yoga, para profundizar aún más en tu práctica.

¡Namaste!