Carlos López

Es muy probable que mi alma muera conmigo en esta vida, no es triste, es la realización. Nacemos puros, pero pronto nos olvidamos, nos toca volver a reconocernos como amor que somos y dependiendo de en que etapa de nuestro proceso nos encontremos iremos escalando vida tras vida hasta que consigamos nuestra tarea. En mi caso tras conocer a personas con dones increíbles y compartir lo más grande que tenemos, el tiempo, puedo afirmar con seguridad que estoy cerca. Uno de los indicadores más fiables para aproximar tu momento es descubrir el color de tu aura en la capa del alma. Nacemos blancos, nos perdemos y con ello nuestro color se vuelve de los primarios, rojo, naranja etc, vamos escalando hacia colores más puros como el rosa o el violeta, también nos distraemos y pasamos nuestros bajones... y tras un maravilloso proceso que dura varias vidas llegamos al blanco de nuevo y nuestro alma se muere con este último cuerpo en el que habitamos. En esta vida como todos he nacido blanco, pronto mi color se tornó violeta y se ha mantenido ahí hasta mis 27 años actuales. Desde pequeño mi conexión con la naturaleza y haberme encontrado con personas increíbles han mantenido gran parte de la inocencia de mi niño interior. A día de hoy intento invertir mis energías en hacer en cada momento aquello que quiero hacer. No es complejo, somos simples, solo hay que ser fiel a lo que sientes y dejarte llevar, sin aferrarte a lo que otras veces te funcionó. Y eso es lo que quiero compartir, con mi todo terreno fluiremos por la naturaleza como un río. Nos intentaremos sincronizar y hacer juntos lo que nos nazca!