Personalmente, vivo los retiros como un
espacio dónde podrás estar en contacto contigo mismo sin distracciones y
recuperar mi bienestar. Un lugar para cambiar los
hábitos que no me hacen sentir bien, cómo por ejemplo utilizar el móvil.
En España algunos estudios certifican que el uso medio del móvil es de 3 horas y 51 minutos
al día de media (según el Estudio de Comparación Online). Eso equivale a
una media de 58,5 días al año utilizando el smartphone. Esto son 2
meses al año con la vista puesta en la pantalla.
Así, cuando estoy en un retiro reduzco el estrés que provoca el uso diario del smartphone.
Al estar acompañado de más personas con los mismos intereses, se crea una red de apoyo donde los unos podemos contar con los otros, evitando así la soledad y la frustración.
En mi día a día antes tenía muchos momentos de distracción, sentía que no llegaba a todo lo que me proponía.
A
veces, todavía me pasa que pierdo la noción del tiempo cuando estoy
utilizando el móvil. Las pantallas de estos dispositivos tienen el poder
absorvente y me alejan de la realidad que estoy viviendo.
A veces para mi es como una huida hacia adelante, sin afrontar lo que necesito gestionar.
Es por eso que cuando estoy en un retiro vuelvo a sentir paz.
Tener la seguridad de que mi móvil no me va a sonar me hace sentir, de
alguna forma, protegido. Y esto es solo una de las muchas cosas que
vivir sin móvil durante un tiempo te aporta.
Otro
aspecto que agradezco cuando estoy en un retiro es la sensación de
vitalidad. Los días que he utilizado muchas horas las pantallas, siento
que mi energía vital baja de golpe. Para mi los retiros son ese espacio
dónde puedo volver a reconectar con la naturaleza y, a la vez, con mi
ser interior.
Además, estar en un retiro
implica no tener que ir de un lado para otro. En mi día a día hay
momentos que pienso, ¿cómo he llegado hasta aquí? Mi mente estaba
atareada con muchas cosas a la vez, quizás hablando por el móvil
también, y me he perdido el trayecto. Así, los retiros para mi son
centramiento y concentración.
Y quizás te estés preguntando… ¿quién puede asistir a un retiro? Todo el mundo puede hacerlo, ya que es un espacio abierto a cualquier persona.
Las personas responsables del retiro se harán cargo de adaptar las
actividades según las características de los miembros del grupo
adaptando las actividades a los asistentes.
Otro
aspecto muy interesante de los retiros es el hecho que cada persona se
lleva a casa todo el aprendizaje y las experiencias que se comparten
durante los días del retiro, siendo a menudo una experiencia transformadora.
Como
veis, son muchos los elementos de los retiros que me apasionan y es por
eso que animo a quienes me preguntan a participar en los retiros.
Quizás
podrías pensar que soy imparcial y tiene todo el sentido, ya que he
hablado de mi experiencia. Pero a la vez, son muchos los que coinciden
en los positivos resultados que se han llevado después de vivir el
retiro.