Este retiro surge del deseo de un hombre y de una mujer por restablecer el equilibrio perdido
Vivimos en una época extraña. Todo sucede cada vez a mayor velocidad, casi sin tiempo para discernir si los cambios a los que nos vemos obligados a adaptarnos son beneficiosos para nosotros, si son necesarios, o incluso si nos resultan aceptables.
Muchos de esos cambios no obedecen a demandas reales por parte de la sociedad, sino más bien a intereses políticos y económicos. Para reducir nuestra resistencia a los cambios sin sentido llevan muchos años desarrollando técnicas de persuasión y manipulación de masas, aplicables tanto al consumo de bienes a través de la publicidad, como al consumo de ideas a través de la ideología. El resultado es una sociedad cada vez más débil, ignorante, dependiente e insatisfecha. Una sociedad compuesta por individuos que prefieren delegar su poder a quienes les prometen resolver sus problemas, sin pararse a pensar si esos problemas son reales o simplemente han sido diseñados por quienes necesitan vender sus soluciones.
Uno de esos problemas y que más ha polarizado a la sociedad toma forma en la confrontación entre mujeres y hombres… y viceversa.
Este retiro surge del deseo de un hombre y de una mujer por restablecer el equilibrio perdido. Perdido en el mundo, al habernos identificado con ideas de segunda mano que agrupan las experiencias individuales para salvarnos o C.narnos en función del colectivo en el que nos incluyan. Perdido también en nuestro interior, al haber juzgado erróneamente la energía masculina y femenina, idealizando o rechazando una u otra en función de nuestras heridas emocionales no resueltas. Ese equilibrio perdido nos conduce a la confusión, al miedo y a la separación.
Para acompañar este retorno al equilibrio usaremos, como no puede ser de otra forma, tanto la energía masculina como la femenina, presente en cada uno de nosotros.
La masculina para clarificar y ordenar las ideas que rigen nuestro comportamiento. Para comprender por qué nos duele lo que nos duele y de qué modo podemos ejercer nuestro poder mental para dar respuesta a cada una de nuestras heridas emocionales.
La femenina para bajar de ese orden mental a la experiencia sentida. Para encarnar en el cuerpo, a través de las sensaciones y el movimiento, la expresión de lo que excede el pensamiento y la palabra. Para bailar la polaridad complementaria de la energía en su aspecto masculino y en su aspecto femenino.
Serán cinco días de inmersión profunda en la polaridad de la energía para llegar a ese punto donde todo se integra. Un retiro para recordar quiénes somos, el origen de nuestra esencia, para reconocer las diferencias que nos complementan y ocupar nuestro lugar como mujeres, como hombres… como SERES.
Nos serviremos de la Danza Integral, el Perdón no dual, la Respiración Alquímica, meditaciones, cineforum, actividades creativas y propuestas en la naturaleza.
Si resuenas con nuestro propósito, nos encantará contar contigo en esta experiencia compartida de retorno al equilibrio.
Localización