El despertar de lo latente en ti

Aunque de la sensación de que de un retiro te lleves muchas cosas y aprendas muchas otras, lo más relevante que ocurre es el hecho de reencontrarte con tu sabiduría que se fue tapando con la rutina, con la civilización, el cemento, las prisas, las preocupaciones, la competitividad, etc.

En un retiro tienes silencio, contacto con la naturaleza, contacto honesto y sincero contigo mismo y con otros seres humanos. En un retiro se te despierta la alegría de ser sin más, el estar a gusto con tu presencia y con la de los demás.

Por unos días puedes navegar y nadar por la libertad de ser quien eres sin juzgarte, se puede reír, saltar y hasta llorar con gusto. Puedes volver a la niñez con la experiencia del adulto y esto es otro gusto para saborear.

Esto no significa que un retiro necesariamente vaya a cambiar tu vida, pero si que puede ayudarte a hacer muchos clics, a recordar cuales son tus valores en la vida, que es lo que realmente quieres hacer, ver que hay otras personas que comparten los mismos miedos e inseguridades que tu y que a su vez tienen todo el potencial y valor por desplegar igual que tú.

Cuando uno vuelve a conectar con su verdad, con su esencia, con sus intenciones, su vida se llena de propósito y las intuiciones o deseos literalmente te pueden secuestrar, y esto es muy divertido ya que de alguna manera empiezas a aprender a delegar tu vida a este sexto sentido que de a poco a poco va despertando en ti.

Un retiro es una cuna para el renacimiento del esplendor de tu Ser, de tu autenticidad, un espacio para recrearte en ser tu mismo y sentir lo bien que se siente cuando se es autentico en sus enfados, alegrías, llantos y creatividad.

Que lo bello latente de tu Ser en ti sea dominante en tu vida.