El proceso natural de la aceptación

El ego te susurra; deberías de aceptar, eres malo por no aceptar, eres tonto por no saber aceptar, y en ocasiones también puede decirte; ya he aceptado, ya sé aceptar. Todas estas opciones son falsas, ya que no tenemos el poder de aceptar o no una situación, de tenerlo impediríamos que tales eventos relacionales, emocionales, físicos... ocurriesen.

Todo lo que ocurre, desde tus pensamientos hasta la nieve en la montaña ya está aceptado por la Vida misma, somos nosotros que a través de nuestros programas inconscientes que reiteradamente nos empeñamos a negar irracionalmente las cosas tal y como son por la creencia de que son malas tal y como son.

Por lo tanto, uno de los primeros pasos que podemos realizar para promover nuestra paz y apertura a la aceptación que se nos es dada, es el de quitar la etiqueta de malo, indigno y los ?no debería de suceder? frente a los eventos y circunstancias de la vida. Existe algo en nosotros que cree que si no piensa que algo está mal y no debería de suceder, lo estará apoyando e incluso incentivando, y este pensamiento es erróneo, no sólo erróneo, sino que va en contra del deseo inicial de transformación, ya que cuando el proceso de aceptación natural no se ve interrumpido por nuestras ideas de lo que debería de ser aceptado y lo que no, funciona a la perfección.

Así que cuando hablamos de aceptación podemos recordar que:

- No es un proceso que realicemos nosotros.

- Todo en cuanto ocurre ya está siendo aceptado por la vida, incluida nuestra negación.

- Podemos prestar atención a desvanecer las ideas de que hay cosas y eventos no aceptables.

- Si no ponemos trabas a la aceptación estaremos promoviendo la transformación que en el fondo deseamos.

Esto significa que a más nos abramos a reconocer que todo en cuando sucede esta siendo aceptado y no nos ponemos de culo frente a ello, antes cambiará nuestra realidad y la realidad del mundo, siendo esta un reflejo de nuestro estad de ausencia de lucha y ausencia de ego dictaminando lo que debe ser aceptado y lo que no, quedando por lo tanto solo amor en tu consciencia.