El retiro vivencial

Y ahí estás de nuevo, cargando ese escudo de hierro forjado por tus experiencias dolorosas del pasado, por el miedo incomprendido y el sufrimiento acumulado. Ahí estás diciéndole al nuevo día:  "Voy, sí... pero el escudo no lo suelto"

¿Qué sucedió durante el sueño profundo que todo estaba en paz? 

¿Vamos al grano?

Sencillamente dejaste de sostener la falsa imagen que sostienes de ti durante el día, cuando tus ojos aún no se han cerrado. La imagen frágil de alguien que nada tiene que ver con tu auténtica Naturaleza: la Libertad.

Y es así como acostumbraste a caminar soportando de manera pesada y angustiosa esa defensa férrea, el engaño de ti, la mentira que te aleja de sentir lo que tú Eres en realidad. Una condena autoimpuesta por creer  que el amor que anhelas solo puedes encontrarlo en ese peligroso, a veces amable, aunque al final siempre amenazante mundo que imaginan tus ojos temerosos.

...sin embargo... espera ¿qué sucede? ¿lo escuchas?

De repente, esa intuición que te ronda el espíritu, tocándote como brisa nueva que aviva tu corazón, te dice... "siente... siente" "ábreme la puerta que traigo experiencia pura para ti" "suelta... deja en la tierra tu escudo y respira por un momento profundamente, no esperes a la caída de la noche ni a la seguridad del colchón... "

Dejándote guiar completamente por la voz de tu corazón... sin saber los minutos, las horas, los días que se sucedieron de aquella llamada a regresar a ti, te encuentras en silencio, mirándote en los ojos de alguien como tú, sin máscaras, recodando en un instante sin tiempo una misma Voluntad desnuda de Amar, de ser libre, de perdonar el dolor.

Y te reconoces en esa mirada de profunda compasión, amor y respeto mútuo... y eso que permanecía cerrado que llamaban "corazón" se abre decidido como alas de ave fénix que se baten en libertad quemando el pasado.

Sí estoy hablando de ti, porque estoy hablando de mí.

...y entonces, un abrazo de esos que no piden razones... y un descansar en lo que Soy sintiéndome a salvo... y una voz que acaricia mi ser susurrándome: "Ahora eres libre. Esta es tu Naturaleza"

 Abriendo aún más mis ojos me encuentro rodeado de otros seres como tú y como yo, que un día escucharon... ya no el frío despertador de la mesilla de noche, sino el cálido despertador del alma, el mismo que nos guió a cada uno de nosotros aquí, a este Retiro Vivencial, a reencontrar mi autenticidad... a regresar a mí.

Ya sé por que lo llaman "Retiro", porque me retiro  del escudo, me retiro de lo falso, me retiro de los límites... y "Vivencial" porque sin duda me VIVO, Y ME LLENO CON MÁS LUZ QUE NUNCA DE LA PALABRA "VIVIR"

Ahora te toca a ti... ¡Retírate un instante y VIVE!