Practicar una buena meditación, solo debería tener un solo objetivo: descubrir tu yo más elevado y verdadero, esa parte de ti que se encuentra debajo de la confusión y los pensamientos interminables, es decir, tu más puro potencial ilimitado. Aquí te explicamos los pasos para meditar.
Para llegar a ese descubrimiento de tu potencial más ilimitado, deberás seguir algunos pasos para meditar así como practicar la meditación diariamente, porque es la única manera de conectar con tu yo más profundo.
¿Cuál es la mejor manera de meditar?
Paso 1: no te preocupes por aclarar tu mente
Sí, aclarar tu mente es parte de la meditación, y es de los primeros pasos para meditar, pero también es verdad que solo los que tienen mucha experiencia en meditación, pueden llegar a aclarar su mente, las primeras veces durante los primeros minutos.
Por eso, a muchos principiantes en meditación, este concepto de aclarar la mente les resulta intimidante. Incluso puede llegar a ser frustrante, para alguien que recién comienza su práctica de meditación.
Déjalo ir por el momento. No tienes que aclarar tu mente y no tienes que enojarte contigo mismo por permitir que algunos pensamientos te invadan durante la meditación.
Comienza de a poco. Lleva tu atención a la respiración, simplemente respira, disfrutando ese simple hecho de inspirar y exhalar.
Cuando algún pensamiento te invada, vuelve a tu respiración. Ya has dado el primer paso para meditar.
Paso 2: elimina las distracciones
Las distracciones pueden tomar muchas formas, desde un reloj que hace tic-tac, las tareas que tienes pendientes o tu móvil sonando a cada momento. Así que haz lo que debas hacer antes de comenzar a meditar. Lava tus platos, envía el correo electrónico, apaga el móvil, y luego, dirígete a tu lugar especial para meditar.
Ahora respira aliviado, porque este momento es sólo para ti. Estos pasos para meditar y este en concreto, es muy importante, porque no existe un momento mejor para conectar con tu yo más profundo.
Sólo importa el aquí y ahora.
Paso 3: crea un ambiente relajante
Meditar en un espacio es más fácil para algunas personas que para otras. Es posible que algunas simplemente necesiten ir a otra habitación y cerrar la puerta, mientras que otras necesiten un espacio al aire libre.
Asegúrate de que la temperatura de la habitación sea la adecuada, para que no sientas mucho frío o demasiado calor. Si los olores te ayudan a relajarte, usa tu aroma favorito en la habitación, como incienso, una vela perfumada o un difusor de aceites esenciales.
Y siempre, además de seguir estos pasos para meditar, mantén ordenado tu espacio, porque el orden ayudará a calmar tu mente y cualquier energía inquieta.
Paso 4: ponte cómodo, pero no demasiado
Meditar no se trata de dormir. Usa cojines o zafu para meditar, de modo que tus caderas estén por encima de las rodillas si estás sentado.
Si estás acostado, puedes colocar almohadas o un cojín debajo de las rodillas para ayudar a relajar la zona lumbar. También puedes utilizar una manta fina en ambos casos, ya que en ocasiones un poco de peso en el cuerpo nos da una sensación de comodidad.
Paso 5: mantén tu cuerpo quieto
Antes de comenzar, y a medida que vas siguiendo estos pasos para meditar, debes preocuparte por tu paz mental, aquieta el cuerpo. Siéntate o acuéstate absolutamente quieto durante cinco minutos.
Reconoce tu necesidad de moverte, pero simplemente respira en lugar de ceder. Cuando te sientas cómodo durante cinco minutos, aumenta a diez.
Paso 6: elige tus pensamientos
Una vez que tanto tu cuerpo y tu mente estén aquietados, ya puedes comenzar a meditar. Algo de ayuda puede ser un retiro de meditación. Aquí es donde eliges conscientemente tus pensamientos, puedes usar mantras, una frase que te digas a ti mismo en silencio y repetidamente.
Un mantra de dos sílabas es útil para que puedas repetir la primera sílaba al inhalar y la segunda al exhalar. Prueba esto con las palabras "déjalo ir", y cuando tu mente se distraiga, vuelve tu atención a la respiración y al mantra.
Pero ante todo, diviértete con cada viaje que represente la meditación. Porque meditar después de todo es eso: un viaje para explorar, disfrutar y profundizar en tu yo supremo.
¡Namaste!