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Al mirar casas de retiros, muchas de ellas hacen hincapié, de su situación en medio de la naturaleza. Algunas en lo alto de una colina, otras en un frondoso valle, cerca de ríos, lagos o del Mar….,la naturaleza es un valor añadido en todas ellas. Por qué?
A veces pienso que el ser humano, ha terminado creyendo que el asfalto y el cemento son su casa, pero hay todavía algo en nosotros, que de forma atávica, sabe que la naturaleza es nuestro verdadero hogar.
Los científicos dicen que andar rodeado de naturaleza, regenera el cerebro, aporta lucidez y tiene relevantes efectos beneficiosos sobre el sistema nervioso, debido a la carga de iones negativos en el aire. En Japón, los médicos recetan baños de árboles a sus pacientes… De forma instintiva, las personas que atraviesan malos momentos, acuden a sentarse a la orilla de un río, en la playa, suben montañas…. Como si el murmullo del agua, el viento y las hojas, fuera una canción sanadora para nuestras maltrechas almas.
Yo creo que la naturaleza es orden, potencia y matriz original. El orden se manifiesta en todos los ciclos, los lunares, estacionales, día /noche… y nos da paz. La potencia se manifiesta en los brotes que traviesan la tierra para germinar, en el agua que abre caminos, en la majestuosidad de los árboles ancianos… y nos regenera. La matriz original nos recuerda nuestra verdadera esencia, se manifiesta en absolutamente todo, las flores, frutos, insectos, animales…
Más allá del discurso sobre la crueldad, en la naturaleza hay cooperación entre especies, comunicación continua, protección al pequeño y veneración al anciano, en la naturaleza también hay compasión y determinación, hay sabiduría para nacer, y sabiduría para morir.