No sé si es tu caso, o si te sientes de alguna de estas formas. ¿Hay ocasiones en las que sientes que tu vida tiene que dar un giro? ¿Sientes que estás cansada o cansado de que las cosas vayan siempre de la misma forma? ¿Crees que un retiro puede ayudarte a dar este giro?
Entiendo que pueda haber escepticismo, pero estoy segura que las personas que han
pasado por una transformación parecida, sabrán entenderme.
Y es que en 3 días, puedes sentir ese click que necesitabas para dar el paso. Ese paso, que
tendrá el efecto bola de nieve. Quizás ese paso sea dejar a un lado ciertas relaciones.
Quizás el paso sea un cambio en tu comportamiento, el cual repercutirá en tu entorno, y
por lo tanto en ti misma o en ti mismo. Tal vez, ese paso sea coger fuerza para hacer lo que siempre has querido.
Pueden ser tantos pasos diferentes... y pueden llegar de tantas formas distintas...
Desde lanzarte a realizar un retiro de Silencio, de instrospección a realizar un retiro de
transformación en el que se usan técnicas de coaching de alto impacto, pasando por un retiro de biodanza, gestalt, o cualquier otra técnica.
Seguro que muchos instructores o instructoras, estáis de acuerdo conmigo: Tenemos el
mejor trabajo del mundo. Y no sólo por el disfrute que podemos sentir a la hora de impartir nuestras formaciones, sino porque vemos de primera mano el cambio de muchos de los participantes que asisten.
Por eso, cada vez que escucho que la gente no cambia, o la típica frase de “Yo soy así y no
puedo cambiar”, se me escapa una pequeña sonrisa, porque quizás, al igual que tú, estamos hartos de ver estos cambios tan potentes.
Existen como ya sabes diferentes técnicas para llegar a esta transformación, a este click del
que hablábamos anteriormente. Meditación, conexión con el niño interior, reiki, regresión consciente, biodanza, expresión corporal, caminar sobre brasas o cristales, gestalt...
Decirte que no vas a un retiro por casualidad, sino más bien por causalidad. Es tan curioso
como en cada uno de todos los retiros que he realizado, viene la gente correcta, las personas que tienen que venir. Personas que se unen, que comparten ciertos aspectos de sus vidas...
Y por supuesto, algo que está muy claro, es que todos, tenemos nuestras mochilas, nuestras
cosas que sanar. Como bien decimos en nuestros retiros, esto es un trabajo para toda la vida, es un camino de no retorno. Un camino fantástico, una aventura de autodescubrimiento, en el que van apareciendo nuevas pistas, para llevarte a la siguiente prueba. Eso si, cada vez más fuerte. Cada vez más consciente.
Por este motivo, y por muchos más, te invitamos a que vivas la experiencia de un retiro.
Date permiso a disfrutar, a descubrir, a experimentar, a compartir...