¿Llegas a tu casa después de trabajar durante ocho o nueve horas y no logras que tu mente se aquiete? Entonces es hora de poner en marcha algunos de los mejores ejercicios para calmar la ansiedad.
Los ejercicios de atención plena, como la meditación guiada, te ofrecen un espacio para la sanación interna profunda y la liberación del estrés mientras entrenan la mente para meditar.
La conciencia que surge al prestar atención momento a momento sin juzgar, reduce el estrés y mejora la salud en general.
Pero como cualquier hábito es importante que comprendas que estos ejercicios para calmar la ansiedad deben practicarse con regularidad para que puedas disfrutar de todos sus beneficios.
Y puedes aumentar los beneficios de retiros para meditar y reducir el estrés.
Técnicas para calmar la ansiedad
1.- Nadar o flotar en el agua.
La natación es un excelente ejercicio para calmar la ansiedad que además no ejerce presión sobre las articulaciones.
Llevar el movimiento a áreas rígidas y tensas puede liberar mucho estrés físico, mientras aumenta la movilidad y permite que fluya más oxígeno a los músculos que usamos con menos frecuencia.
Además, sumergirte en el agua elimina las distracciones y te permite ser más consciente de tus estados internos.
Intenta flotar y concentrarte en experimentar la forma en que tu cuerpo se mueve en el agua mientras respiras conscientemente.
2.- Caminata meditativa.
Mientras caminas prestando atención a la respiración, tu mente y cuerpo están conectados.
Intenta caminar todos los días de manera consiente aunque sea diez minutos, reduciendo la velocidad y eliminando el impulso hacia adelante, para usar tus músculos estabilizadores para mantenerte erguido.
También puedes intentar concentrarte en tus hombros moviéndote sin rebotar hacia arriba y hacia abajo. Ese será un buen indicador de que estás tomando respiraciones más profundas y completas desde el abdomen.
3.- Bebe en forma consciente una taza de té.
Sí, cualquier actividad puede convertirse en un ejercicio para calmar la ansiedad o un ejercicio de atención plena si te tomas el tiempo para experimentarlo.

Disfruta la preparación del té, la forma en la que huele, la forma en que tus brazos se elevan para llevar la taza de té a tus labios y la forma en que se siente el calor en tu cuerpo.
Ralentizar el proceso de beber una taza de té te invita a estar más presente y acalla la conversación mental, reduciendo el estrés.
4.- Meditación contemplativa.
Elige un objeto externo como la llama de una vela, la línea del horizonte o una de tus plantas favoritas.
Permite que tu enfoque descanse suavemente en el punto elegido y se asiente.
Cuando se resiste el impulso de apartar la mirada, la capacidad de meditar y estar atento se vuelve más fuerte y proporciona una transición a un estado mental más equilibrado y tranquilo.
5.- Estiramientos suaves.
En lugar de forzar a los músculos a doblarse y moverse, intenta crear un espacio en el cuerpo para que la respiración fluya y cree la expansión desde adentro.

Por ejemplo, con la columna recta, deja caer la cabeza hacia un lado y permite que la respiración se mueva hacia las áreas más tensas del cuello, siempre una respiración a la vez.
Si inhalas contando cuatro, exhala contando cuatro.
Comienza hoy mismo con cualquiera de estas técnicas para calmar la ansiedad, la que más te inspire o llame la atención.
Inclúyela en tu día a día, y notarás que aunque eventualmente te distraigas con tus pensamientos, poco a poco mejorarás en la práctica de mantener la atención plena sin juzgar para alcanzar la paz mental.
¡Namaste!