Aceptar las cosas como son
Aceptar las cosas como son,
y no como nos gustaría que fueran. Nos permite caminar por la vida
mirando hacia delante con gozo y alegría, ligeros, y con cierto sentido
de curiosidad y expectación por lo que la vida nos va a ir deparando.
Vipassana también nos hace descubrir que al final todo lo que nos sucede
está ahí para nuestro propio desarrollo y crecimiento personal.
¿En qué nos ayuda?
Vipassana
es una herramienta muy útil en nuestra vida actual, en la que el ritmo
acelerado nos envuelve y arrastra involuntariamente a una vida estresada, caótica y en muchos casos carente de sentido. La tensión nerviosa forma parte intrínseca de nuestro mundo moderno.
Esta
está causada por muchos factores, entre ellos: dificultades en el
trabajo, preocupaciones económicas, asuntos sentimentales, relaciones
frustradas, problemas de salud, contaminación ambiental y acústica, y
muchas otras preocupaciones de nuestra vida diaria. Pero cuando queremos
encontrar soluciones a nuestros problemas nos encontramos con una
barrera insalvable. No nos permite conectarnos con la sabiduría del Ser
Interior. Esta barrera es nuestra mente.
La
actitud mental es muy importante. Es lo que realmente marca la
diferencia en nuestra felicidad y en nuestra salud en general. La mente
es un órgano poderoso que trabaja en la mayoría de los casos en contra
nuestra por una clara falta de conocimiento y preparación. Sin embargo
ésta podría ser una herramienta inestimable para nuestro desarrollo personal y nuestra felicidad.
Una poderosa técnica de meditación
Vipassana, probablemente la más poderosa técnica de meditación
que he conocido, puede ser explicada fácilmente en pocos minutos;
técnica que permite de forma muy sencilla reeducar nuestra mente y abrir
una ventana inmensa a todo nuestro gran potencial interior.
Vipassana
es una de las técnicas más útiles para eliminar el estrés y recuperar
la salud, cualquiera que sea nuestra enfermedad o el avanzado estado de
la misma.
A través de un retiro de meditación de 10 días, en
silencio, practicando la meditación Vipassana lograremos restaurar la
armonía en nuestra vida. Además y, muy importante, podremos lograr una conexión con nuestro ser interior. Es
muy sabio, ayudándonos a resolver correctamente y con claridad los
problemas con los que nos enfrentamos, tanto personales, como
familiares, profesionales o sociales.
Me cambió mi vida
A
Vipassana le debo una nueva oportunidad en la vida. Me permitió curarme
de Fibromialgia y comenzar de nuevo, lejos de los dolores tan fuertes,
el cansancio y la depresión con los que siempre viene acompañada esta
enfermedad. Tanto revolucionó mi vida que como agradecimiento yo misma
creé un particular retiro de meditación Vipassana con numerosos valores
añadidos. Los aprendí en india a lo largo de mis 12 años de vivir en
ese país.
Nuestros retiros de Vipassana, llamados «Viaje al
Interior», difieren de los tradicionales retiros de meditación Vipassana
en varios puntos haciendo que esta experiencia se convierta en algo
único y transformador. Muchos de los participantes al final del ‘Viaje al Interior‘ han clasificado estas vacaciones especiales como unas verdaderas «vacaciones mágicas», algo que corroboran el resto de los participantes en cada edición.
Las diferencias que permiten que este retiro tenga un gran impacto en nuestras vidas, son las siguientes:
Los
grupos son reducidos -generalmente de unas 20 a 30 personas-
permitiendo atender de forma más personalizada a los participantes.
El
trato que se dispensa es muy amoroso y estimulante, donde el
participante se siente arropado y acompañado a lo largo del retiro.
¿Quién puede hacer un retiro Vipassana?
No
hay limitación de edad y condición física. Las personas que lo deseen, y
sobre todo las personas de mayor edad o con limitaciones o
enfermedades. Se les anima a sentarse en sillas sino también a realizar
algunas meditaciones echados sobre colchonetas, de forma que tanto
jóvenes como personas de la tercera edad puedan disfrutar por igual de
dicha experiencia.
Varias de las meditaciones sentadas son
sustituidas por meditaciones en movimiento, como meditación caminando,
meditación comiendo, meditación realizando ejercicio físico o
respiraciones, y noches de meditación con música. Se ha elegido
cuidadosamente alternar las meditaciones estáticas con las meditaciones dinámicas, para evitar un estrés innecesario en el cuerpo físico.
Los
horarios son moderados, coincidiendo más con los de nuestra vida
cotidiana, que con los de la vida monástica utilizados en muchos otros
retiros. Se comienzan las actividades hacia las 7 de la mañana y
finalizan alrededor de las 10 de la noche, con un largo descanso después
de comer.
Las enseñanzas se imparten directamente por los
profesores que están presentes en el retiro. Dichas enseñanzas son
únicas ya que son fruto directo de sus aprendizajes, experiencias e investigaciones.
Por último, y lo más importante de todo lo mencionado, y muy necesario para que pueda producirse un verdadero «Despertar» del Ser,
y que marca la diferencia entre dicho «Viaje al Interior» y numerosos
otros retiros de Vipassana, es la incorporación de prácticas
complementarias de limpieza y gestión emocional. Estos ejercicios permiten al participante poder hacer borrón y cuenta nueva, y renacer como un nuevo ser más empoderado.
El despertar
Durante
el retiro comprobamos como todos los centros energéticos (chakras) se
han desbloqueado y todo el sistema energético se ha alineado. Esta apertura
a nivel energético nos permite elevar nuestra frecuencia de vibración
hasta el nivel más alto, coincidiendo con la frecuencia de la energía universal que nos rodea; una energía que es infinita, abundante, generosa y perfecta.
El estar en sintonía
con dicha energía nos permite disfrutar de los beneficios que ello
comporta, y sentir que «el universo confabula a favor nuestro», para
nuestro propio bien y el de los demás. Y a eso es lo que nosotros
llamamos «el despertar».
Si una vez finalizado el retiro se continua con una pequeña práctica diaria, este estado de plenitud física, mental y emocional.
Se perpetuará para dejar atrás los malos hábitos que nos habían llevado
a generar ese estado de ansiedad y estrés, característico de la
sociedad moderna, permitiéndonos comprobar que el cambio sí es posible.
¡SEAMOS EL CAMBIO QUE QUEREMOS VER EN EL MUNDO!